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jueves, 18 de febrero de 2016

CUIDADORAS INFORMALES DE PACIENTES DEPENDIENTES. CAPÍTULO I


En este artículo vamos a hacer una breve mención en dos capítulos sobre la figura muchas veces desconocida, generalmente poco valorada, pero imprescindible en la mayoría de las familias actuales que es la cuidadora informal.

El envejecimiento de las poblaciones conlleva, en muchos, casos a situaciones de dependencia que están provocando un cambio en la organizaciones de los servicios sanitarios.

Es por todo ello que el servicio de Atención Domiciliaria se hace prioritario dentro del conjunto de los servicios ofertados en Atención Primaria de salud, siendo la Enfermera la principal proveedora iniciando y realizando el seguimiento de los pacientes atendidos en el domicilio.

Los receptores de estos servicios son diversos, no obstante los grupos con mayor necesidad de cuidados son: personas afectadas por procesos crónicos incapacitantes, pacientes pluripatológicos y con deterioro funcional, personas en situación terminal con necesidades de cuidados y personas que precisan cuidados en el domicilio tras el alta hospitalaria. En resumen, personas con graves dificultades para acudir al centro de salud que presentan necesidades de cuidados.

Además del propio paciente también se incluye, como receptor del servicio de Atención Domiciliaria a las cuidadoras principales, desarrollándose programas de atención basados en la formación y asesoramiento en habilidades básicas para el cuidado, manejo de problemas de afrontamiento, mejora de la autoestima, información sobre servicios de apoyo...

Los cuidadores familiares de personas mayores dependientes son aquellas personas que, por diferentes motivos, coinciden en la labor a la que dedican gran parte de su tiempo y esfuerzo, como: permitir que otras personas puedan desenvolverse en su vida diaria, ayudándolas a adaptarse a las limitaciones que su discapacidad funcional (entendida en sentido amplio) les impone.



En la mayoría de las familias es una única persona la que asume la mayor parte de la responsabilidad de los cuidados.

CARACTERÍSTICAS SOCIO-DEMOGRÁFICAS DEL CUIDADOR PRINCIPAL:
  • La mayoría de los cuidadores son mujeres.
  • De entre las mujeres cuidadoras, la mayoría son hijas, seguidas de esposas y nueras de la persona cuidada.
  • La edad oscila, en la mayoría de los casos, entre 45 y 65 años de edad.
  • En su mayoría están casados.
  • El nivel de estudios de las cuidadoras suele ser bajo en la mayoría de los casos, generalmente sin estudios o tan solo con estudios primarios; aunque las tendencias están cambiando en la actualidad.
  • Una parte muy sustancial de cuidadores comparten el domcilio con la persona cuidada.
  • En la mayoría de los casos no existe una ocupación laboral remunerada del cuidador.
  • La mayoría de los cuidadores prestan ayuda diaria a su familiar mayor.
  • Gran parte de los cuidadores no reciben ayuda de otras personas.
  • La rotación familiar o sustitución del cuidador principal por otros miembros de la familia es moderadamente baja.
  • Percepción de la prestación de ayuda: cuidado permanente.
  • Una parte de ellos comparte la labor del cuidado con otros roles familiares, como cuidar de su hijos.



ES IMPORTANTE LA FORMACIÓN DEL CUIDADOR PARA:
  • Mejorar la relación anciano-cuidador (lazos afectivos).
  • Hacerle partícipe de los cuidados, mejorando sus capacidades: higiene, movilidad, alimentación, eliminación y detección de síntomas.
  • Instruirle sobre la necesidad de desconexión de su papel de cuidador y así evitar la sobrecarga psíquica y física.
  • Elaboración de una Guía de cuidados al anciano dependiente.