INTRODUCCIÓN
Las úlceras por presión son heridas que pueden aparecer en cualquier lugar del cuerpo sometido a presión, fricción o deslizamiento, los lugares mas frecuentes son las prominencias oseas y puntos de apoyo, hoy en día constituyen un importante problema de salud de quienes la parecen, por sus repercusiones en la calidad de vida de los pacientes y sus cuidadores.
La mayoría de las úlceras por presión pueden prevenirse (un 95 % son evitables), por lo que surge la necesidad de educar a las personas que se hacen cargo diariamente del cuidado de estos pacientes.
CUIDADOS ESPECÍFICOS
1.- PIEL
I.- Examine el estado de la piel al menos una vez al día, teniendo en cuenta especialmente:
- Prominencias óseas (sacro, talones, caderas, tobillos, codos, región occipital ...)
- Zonas expuestas a humedad (por incontinencia , transpiración, estomas, secreciones…)
- Presencia de sequedad, escoriaciones, eritema, maceración, fragilidad, temperatura, induración...
II.- Mantenga la piel del paciente en todo momento limpia y seca.
- Utilice jabones o sustancias limpiadoras con potencial irritativo bajo.
- Lave la piel con agua tibia,siguiendo este orden:cara, cuello,tronco ,piernas, genitales, y por ultimo ano , aclare y realice un secado meticuloso sin fricción, con especial atención a dedos y pliegues ( bajo mamas,ingles, interdigitales)
- No utilice sobre la piel ningún tipo de alcoholes (de romero, tanino, colonias, etc.).
- Aplique cremas hidratantes, procurando su completa absorción, evitando el masaje en zonas enrrojecidas y prominencias oseas.
- Dedique una atención especial a las zonas donde existieron lesiones por presión con anterioridad.
Valore la posibilidad de utilizar productos con ácidos grasos hiperoxigenados en las zonas de riesgo de desarrollo de ulceras por presión, cuya piel esté intacta.
- Mantener la cama siempre seca y sin arrugas.
- Usar ropa que no pese en exceso, utilizando preferentemente tejidos naturales como el algodón.
2.- MANEJO DE LA PRESIÓN
Para minimizar el efecto de la presión como causa de úlceras por presión habrán de considerarse cuatro elementos: la movilización , los cambios posturales, la utilización de superficies especiales de apoyo y la protección local ante la presión.
I.- Movilización.- Elabore un plan de cuidados que fomente y mejore la movilidad y actividad del paciente favoreciendo la circulación sanguínea y evitando rigideces.
- En personas sin movilidad: realizar movilizaciones de las articulaciones aprovechando los cambios posturales, realizando todo el recorrido de la articulación sin producir dolor.
- En personas con movilidad: aprovechar su capacidad de movimiento facilitando y fomentando su actividad física.
II.- Cambios posturales.- Son imprescindibles para aliviar y eliminar la presión de los puntos de apoyo y prominencias oseas:
- Cada 2-3 horas a los pacientes encamados, siguiendo una rotación programada e individualizada, por la noche cada cuatro horas.
- En periodos de sedestación se efectuarán movilizaciones horarias. Si puede realizarlo autónomamente, enseñe al paciente a movilizarse cada quince minutos.
- Evite en lo posible apoyar directamente al paciente sobre sus lesiones.
- Siga las recomendaciones de salud sobre manejo de pesos y cargas.
- Mantenga el alineamiento corporal, la distribución del peso y el equilibrio del paciente.
- Evite el contacto directo de las prominencias óseas entre si.
- Evite el arrastre. Realice las movilizaciones reduciendo las fuerzas tangenciales y la fricción.
- En decúbito lateral, no sobrepase los 30º.
- Si fuera necesario, eleve la cabecera de la cama lo mínimo posible (máximo 30º) y durante el mínimo tiempo.
- No utilice flotadores.
III.- Superficies especiales de apoyo.-
Nos referiremos a superficies especiales de apoyo, como aquellas superficies que han sido diseñadas específicamente para el manejo de la presión. En este sentido, el fabricante debería aportar información fundamentada acerca de sus indicaciones de uso (tipo de pacientes a los que va destinado, niveles de riesgo, características de las lesiones de los pacientes tributarios de su uso, así como parámetros de efectividad respecto del alivio-reducción de la presión).
IV.- Protección local ante la presión.-
En zonas de especial riesgo para el desarrollo de ulceras por presión como son los talones, región occipital, se pueden utilizar sistemas de protección local ante la presión (apósitos, sistemas tipo bota-botín, …) que :
- Faciliten la inspección de la piel al menos una vez al día.
- Sean compatibles con otras medidas del cuidado local.
- No puedan lesionar la piel de esa zona al tiempo de su retirada.
Contemple cualquier situación en la que los dispositivos utilizados en el paciente puedan provocar problemas relacionados con la presión y rozamiento sobre una zona de prominencia o piel y mucosas (sondas, tiras de mascarillas, gafas nasales, mascaras de presión positiva, catéteres, yesos, férulas, sistemas de tracción, dispositivos de inmovilización y sujeción….).
En estos casos, los ácidos grasos hiperoxigenados y los apósitos no adhesivos con capacidad de manejo de la presión pueden ser de gran utilidad.
CUIDADOS GENERALES
Recuerde que el paciente en alto riesgo de desarrollar UPP requiere una dieta hiperproteica ( pescados, carnes, lácteos desnatados) e hipercalórica y que en el caso de que presente alguna UPP se precisa del aporte de nutrientes que faciliten el proceso de cicatrización.
- Aporte diario de fibra vegetal, a través de frutas, verduras y legumbres.
- Higiene bucal después de cada comida.
- Existen comercializados productos nutricionales que cumplen éstos requisitos para la prevención .
- Asegure un estado de hidratación adecuado.
- La habitación debe estar limpia y debe disponer de ventilación e iluminación a ser posible natural.
- Evitar ruidos estridentes y temperaturas extremas.
- Fomentar las relaciones afectivas con familiares y amigos.
Es necesario no culpabilizar al entorno, la aparición de nuevas lesiones. Es una complicación frecuente y en muchos casos, probablemente inevitable.
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