Subscribe:

miércoles, 2 de diciembre de 2015

FOMENTAR LA AUTONOMIA DE UNA PERSONA DEPENDIENTE

 
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que “la dependencia es la limitación en la actividad para realizar algunas actividades claves y que requiere una ayuda humana que no se necesitaría de forma acostumbrada para un adulto sano” y que “es dependiente la persona que no es completamente capaz de cuidar de sí misma, de mantener una alta calidad de vida, de acuerdo con sus preferencias, con el mayor grado de independencia, autonomía, participación, satisfacción y dignidad posible”.

Existen diferentes grados y calificaciones de dependencia,así como diversos ámbitos en los que puede manifestarse : física,mental, psicológica, económica, social y cultural.


FACTORES QUE PUEDEN PROVOCAR DEPENDENCIA.

FÍSICOS.- La vejez viene asociada con una pérdida progresiva de las capacidades físicas. La pérdida de movilidad; el padecimiento de enfermedades crónicas; la disminución de las capacidad sensoriales (vista y oído) o los efectos producidos por el consumo de fármacos están entre las causas más habituales de dependencia.

PSICOLÓGICOS.- La salud mental es otra de las causas habituales de dependencia, ya sea porque la persona mayor sufra algún tipo de trastorno cognitivo que afecta la memoria y su capacidad de realizar las actividades cotidianas (como el Alzheimer) o porque padece depresión y eso acelera la pérdida de capacidades funcionales.

CONTEXTUALES.- En ocasiones el entorno físico y social en el que vive una persona puede llevarlos a la dependencia. Por ejemplo, si vive en una situación de aislamiento, abandonando poco a poco la relación con otras personas y dejando de hacer las actividades que le gustan, o cuando los familiares hacen las cosas por ellos porque consideran que ya no son capaces de hacerlas de forma autónoma.

Es importante que los familiares y otras personas que conviven y se relacionan habitualmente con la persona mayor dependiente promuevan el mayor grado de autonomía posible en cada momento de la vida. No se trata de negarle la ayuda, sino de incentivar a la persona mayor a que haga todo lo que está a su alcance porque eso es precisamente lo que evitará que el grado de dependencia aumente.


RECOMENDACIONES PARA FOMENTAR LA AUTONOMÍA

Las personas que tienen a su cuidado a un mayor dependiente pueden ayudarle a mantener y ampliar su autonomía. Algunas actitudes que pueden favorecer la autonomía de las personas dependientes son las siguientes:
  • Ayudar al mayor dependiente sólo en lo estrictamente necesario. No hacer nada que el mayor puede hacer por sí mismo.
  • Observar a la persona mayor para saber qué actividades es capaz de hacer por sí misma y que actividades le demandan una ayuda.
  • Potenciar la autoestima de la persona mayor, recordándole todo lo que es capaz de hacer y estimulándole a seguir realizando las tareas que realiza habitualmente.Una vez que se ha comprobado qué es exactamente lo que la persona mayor puede hacer por sí misma, es importante dejar que continúe haciendo todo lo que pueda sin ayuda.Es importante ayudarle sólo lo necesario. Por ejemplo, a lo mejor no puede desabrocharse los botones de la camisa, pero sí es capaz de quitársela.
  • Acondicionar el hogar de la persona mayor para que pueda realizar de forma independiente y segura la mayor cantidad posible de actividades. Es aconsejable eliminar objetos que supongan algún riesgo y realizar los cambios que puedan favorecer la autonomía, como poner asideras para levantarse del retrete, suelos antideslizantes en el baño, o añadir puntos de luz en la cocina o el pasillo, étc. 

 El enlace que aparece a continuación intenta orientar a los cuidadores para que les sea más fácil fomentar las capacidades de autonomía de sus familiares. Estas sugerencias no suelen tener un efecto inmediato, pero su uso continuado, una vez que se incorporan estas pautas a la rutina diaria, permite a los cuidadores encontrar nuevas formas de ayudar a su familiar y a sí mismo.