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domingo, 15 de agosto de 2021

PACIENTE ENCAMADO MEDIDAS PREVENTIVAS(PARTE II)

Como ya comentamos en la publicación anterior en las que hablabamos de las complicaciones gernerales del paciente encamado nos centraremos en las complicaciones y actuaciones a nivel de las lesiones que se producen en la piel. La delgadez corporal y de la piel, las prominencias óseas de los puntos en los que el cuerpo se apoya en función de cada postura y la escasa o nula movilidad son factores que condicionan la aparición de úlceras por presión, en las personas mayores, especialmente si pasan mucho tiempo en la cama o en sedestación. ¿QUE ES UN ULCERA POR PRESIÓN(UPP) ? Es la lesión de un área de la piel causada por presión constante durante mucho tiempo. Esta presión disminuye el flujo de sangre al área afectada, lo que produce daño y destrucción del tejido. La región de localización de UPP más frecuentes son; Sacro;24% Trocanter;19% Gluteos;11% Codos;8% Talones y maleolos;6%
SIGNOS DE ADVERTENCIA DE UPP -Cambios inusuales en el color o textura de la piel -Hinchazón. -Drenaje similar al pus -Área de la piel que se siente más fria o caliente al tacto que otras áreas. -Áreas sensibles ¿QUE DEBEMOS HACER EN PACIENTES INMOVILIZADOS PARA EVITAR LAS ÚLCERAS POR PRESIÓN? Las úlceras por presión son un importante problema de salud, tanto para las personas que las padecen, ya que empeoran su estado y por tanto su calidad de vida; como para su entorno más cercano.
Lo que debemos hacer para prevenirlas; *Examinar la piel al menos una vez al día.
*Mantener la piel limpia y seca. Utilizar jabones o sustancias limpiadoras respetuosas con la piel y con bajo poder irritativo. Lavar la piel con agua tibia, aclarar, secar meticulosamente y no friccionar!!! No utilizar alcoholes ni colonias que resequen la piel. Aplicar cremas hidratantes procurando que se absorban bien. Cabe destacar el uso de Acidos grasos hiperoxigenados AHGO; estos son una mezcla de ácidos grasos que ha sido sometidos a un proceso de hiperoxigenación que les confiere su eficacia terapéutica,protegen la piel frente a las causas que originan la aparición de UPP,evitan la deshidratación cutánea y restauran la película hidrolipidica aumentado la resistencia al rozamiento cutáneo. Si existe problema de incontinencia o exceso de sudoración utilizar productos barrera,como productos con óxido de zinc que protegen y aislan la piel de la humedad.
*Realizar un buen manejo de la presión. Para el buen manejo debemos tener en cuenta 4 elementos; -Movilización; plan de actuación que fomente y mejore la actividad y movilidad de la persona. -Cambios posturales que se realizarán cada 2-3 horas. A la hora de realizarlos hay que tener varias consideraciones. Si el paciente está sentado y tiene autonomía para realizar cambios de postura hacerlos cada 15 minutos. Intentar realizar una planificación de dichos cambios
-Evitar apoyar al paciente directamente sobre sus lesiones. .Evitar arrastrar al paciente. .Evitar el contacto directo con las prominencias óseas. .Evitar levantar la cabecera o los pies de la cama, sólo y en caso que sea necesario. -Utilización de colchones,sobrecolchones,cojines y otros dispositivos de alivio de la presión.
*Protección local ante la presión. Debemos proteger aquellas zonas de especial riesgo; talones, sacro, tobillo…..Para ello utilizaremos apósitos de diferentes formas que se adapten especificamente a estas zonas del cuerpo.(Taloneras) Todos los apósitos que usemos deben cumplir una serie de requisitos como permitir inspeccionar la piel una vez al día,sino no sabemos si debajo del apósito se puede estar originando una lesión. Si utilizamos apósitos adhesivos tenemos que vigilar que éstos no lesionen la piel cuando los sacamos.
*Mantener una nutrición adecuada Una dieta equilibrada, rica en proteínas, vitaminas y minerales, así como una correcta hidración. Es fundamental vigilar la dieta de personas mayores que presenten problemas de apetito, gastrointestinales…..que reduzcan la calidad asi como cantidad de los alimentos que ingieren.

jueves, 12 de agosto de 2021

CONSEJOS PARA EVITAR LA SOBRECARGA PARA CUIDADORES PRINCIPALES NO PROFESIONALES

 

Mucho se habla de cómo cuidar a las personas enfermas o a los mayores que necesitan ayuda para poder realizar sus tareas diarias, pero lo cierto, es que se habla poco de cómo mejorar la salud de aquellos que hacen posible todos esos cuidados: los cuidadores principales.

Los cuidadores son una figura que, en muchas ocasiones, están en la sombra en lo que a consejos de salud se refiere, y es que, ser el responsable de los cuidados de mayores dependientes y enfermos de larga duración puede acarrear numerosos problemas de salud a las personas que se hacen responsables de ellos.

EL ANCIANO ENFERMO – Aurora Hernández Cotán 

Ansiedad, depresión, problemas cardiovasculares, insomnio, problemas de soledad e hipertensión son algunos de los problemas de salud que presentan de forma más frecuente los cuidadores, problemas que, a la larga, también les impulsan a consumir un mayor número de fármacos y ansiolíticos para aliviar esas molestias.

No tomar medidas para organizar y afrontar de la mejor manera posible el cuidado de una persona dependiente puede derivar en una situación que supere la capacidad física y psíquica del cuidador. Este cansancio extremo es lo que se conoce como sobrecarga del cuidador.

Pero, ¿cómo se puede evitar todo eso? Desde el C.S Tomelloso 1 dejamos con unos consejos para que, tanto si eres cuidador, como si conoces alguno, los pongas en prácticas y mejores la salud de esa persona que tanto hace por la mejorar la vida de los demás.

Estos consejos son:

 

 

  • No llevar la carga una sola persona. La carga de ser cuidador no puede recaer únicamente en una persona. Lo ideal es repartir y hacer turnos de cuidados. 
  • Si, como cuidador, te sientes desbordado lo primero que debes hacer es pedir ayuda a otros familiares o expertos cuidadores, ya que, si tu estado de salud se ve afectado a la larga también incidirá en el estado de salud de la persona a cuidar.
  • Ponerse límites al cuidado. Muy relacionado con los puntos anterior, el cuidador debe establecer unos límites u horarios a cumplir, de tal forma que el hecho de cuidar a otra persona no interfiera al 100% en su vida cotidiana.
  • El ejercicio físico puede ser de mucha ayuda. La práctica de ejercicio físico de manera regular puede ayudar al cuidador a mantener un estilo de vida saludable, además, de que el ejercicio puede ayudarle a evadirse de sus problemas durante ciertos periodos de tiempo sintiéndose más libre y renovando energías.
  • Junto al ejercicio físico, mantener unos hábitos de comida saludable también ayuda. Hay que dejar de lado la comida basura y centrarse en llevar una dieta sana y equilibrada para aportar al cuerpo todos los nutrientes necesario.
  • No descuidar las horas de descanso. Uno de los síntomas más comunes es la falta de sueño. Para que ello no pase, hay que marcar unas horas de sueño y descanso de manera rutinaria, y en la medida de lo posible, acostumbrarse a ellas para que el cuerpo y la mente también lo haga.
  • Dedicarse tiempo a uno mismo. Salir, pasear, los cuidados personales, el cine, la lectura…. hay que aprender a sacar tiempo para el ocio y el cuidado propio de manera que se encuentren momentos de dispersión para renovar fuerzas y energía. Esto también incluye mantener las relaciones sociales con el entorno activas para evitar, así, caer en los problemas de soledad y sentirse alejados del mundo exterior.Fotos de Mujeres ayudando de stock, Mujeres ayudando imágenes libres de  derechos | Depositphotos®
  • Aprender técnicas de relajación. Las técnicas de relajación pueden ayudar a que el cuidador sobrelleve mejorar las etapas de estrés.
  • Sumarse a un grupo de apoyo para cuidadores. Es posible que su servicio de hospicio local, el hospital o el servicio para la tercera edad ofrezcan uno.
  • Buscar ayuda profesional. Muchos cuidadores se sienten solos, ansiosos, culpables, furiosos, asustados, confundidos o cansados. Si estos sentimientos resultan abrumadores, llame a su médico, hospicio u otro recurso de la comunidad para recibir ayuda.

 

Ser el cuidador principal de un persona dependiente o enferma, es uno de los actos más amorosos que una persona puede hacer por otra.Pero, escucha las señales de alarma. Cuando cansancio o el desánimo ganen terreno, no intentes seguir adelante a toda costa. El momento de parar y dedicarte un poco de atención es antes de llegar a la sobrecarga.

viernes, 6 de agosto de 2021

ARTRITIS REUMATOIDE EN ANCIANOS

 


Qué es la artritis

La artritis significa, etimológicamente, inflamación de las articulaciones. Esta inflamación afecta a la membrana sinovial (el tejido que envuelve el cartílago que protege a los huesos). Como consecuencia de ello, la articulación se ve debilitada y deformada, lo que impide su buen funcionamiento y conduce a la incapacidad funcional para la realización de las tareas cotidianas.

Este daño puede producirse en cualquier articulación del cuerpo, aunque ciertos tipos de artritis tienden a ocurrir en unas zonas concretas. Por ejemplo, la artritis reumatoide afecta, mayormente, a las extremidades superiores (muñecas y nudillos) y a las inferiores (pies); mientras que otros tipos de artritis afectan, generalmente, a las articulaciones de la columna.

 Artritis Reumatoide

 La artritis reumatoide es la más común, es una enfermedad autoinmune en la que las propias defensas del cuerpo atacan el recubrimiento de las articulaciones. La causa principal de la dolencia es la inflamación de la membrana llamada sinovial que recubre los cartílagos protegiéndolos. Estos tejidos se encuentran en las articulaciones y en las zonas que las circundan aunque en numerosas ocasiones la enfermedad afecta a un radio más amplio llegando a dañar otros órganos. En algunas ocasiones las personas mayores ven cómo la artritis afecta a su riñón, corazón o pulmones agravando de forma notable su estado de salud y disminuyendo progresivamente su calidad de vida.,La mencionada inflamación de las membranas articulares provoca en los afectados un gran dolor y una notable rigidez que deriva de forma inmediata en una pérdida de movilidad. Estas molestias y este dolor característicos se sienten con mayor intensidad por las mañanas mejorando con la actividad a lo largo del día.

Más de 200.000 personas en España sufren artritis reumatoide, una cifra formada en gran parte, por personas mayores. Tanta es su prevalencia que cada año se diagnostican unos 10.000-20.000 nuevos casos.

Al mismo tiempo, las mujeres presentan más posibilidades de padecer artritis reumatoide que los hombres. Se estima que esta enfermedad afecta a alrededor del 5% de las mujeres mayores de 55 años (grupo a los que la enfermedad resultaría unas 5/10 veces más frecuente que en la población general).

 

        Qué causa artritis reumatoide? 

 

¿Qué causa la artritis reumatoide?

Lo cierto es que esta enfermedad no cuenta con una causa específica que pueda evitarse para eliminar el riesgo de sufrirla. Existen algunos estudios encaminados a determinar algunas causas relacionadas con la artritis reumatoide que han logrado vincular algunos virus o bacterias con resultados de artritis en algunos pacientes. Sin embargo, no se ha llegado a una conclusión definitiva a este respecto y se piensa más en una causa genética que implica al sistema inmune.

Lo que sí está claro es que existen ciertos factores de riesgo que pueden agravar los síntomas o predisponer a ciertas personas a sufrir la enfermedad con mayor afectación que otras.

  • La edad es uno de los principales factores de riesgo ya que, aunque esta enfermedad puede aparecer en cualquier rango de edad, las personas de mediana a avanzada edad son las que con mayor frecuencia comienzan a sentir los síntomas y las que sufren una degeneración más acusada.
  • También el género es un elemento importante a este respecto ya que está demostrado que las mujeres desarrollan artritis con mayor frecuencia y afectación que los hombres.
  • El consumo de sustancias nocivas como el tabaco. Con especial atención a las personas que ya cuentan con antecedentes familiares, el tabaco es una causa de degeneración celular que conlleva alto riesgo de sufrir esta enfermedad.
  • Ciertos ámbitos de exposición ambiental a agentes nocivos aumentan el riesgo de sufrir diversas enfermedades de carácter autoinmune.
  • El peso puede ser un elemento decisivo. Las personas que sufren de obesidad tienen mayor riesgo a sufrir diversos tipos de enfermedades debido a las múltiples consecuencias negativas que el exceso de peso tiene sobre su salud. La artritis reumatoide es una de estas dolencias.

Según esto, es fácil pensar que aquellas personas de avanzada edad que cuenten además con uno o varios de los otros factores de riesgo tienen unas probabilidades muy elevadas de sufrir esta dolencia en sus articulaciones y, por tanto, es conveniente que los cuidados, la prevención y la atención a la posible aparición de los síntomas se incremente en estos casos.

 

Artritis reumatoide síntomas

Los síntomas más frecuentes de la artritis se manifiestan en las articulaciones o en la zona que las rodean. Los principales síntomas son:

  • Dolor en articulaciones
  • Inflamación.
  • Tumefacción.
  • Problemas para mover la articulación afectada.
  • Cansancio y debilidad muscular.
  • Pérdida del apetito.
  • Asimismo, suelen presentarse manifestaciones extraarticulares, las cuales aparecen cuando la enfermedad ya está asentada. Estas afectan, principalmente, a la piel, los vasos sanguíneos, los pulmones y los ojos.

El trastorno evoluciona de forma muy diferente según la persona a la que afecta. Así, las personas con artritis reumatoide pueden presentar:

  • Síntomas relativamente leves.
  • Reagudizaciones esporádicas y largos períodos de remisión (en los que la enfermedad está inactiva).
  • Síntomas graves, que progresan de forma constante, pudiendo ser el desarrollo tanto lento como rápido. Esta es la forma más frecuente de avance de la enfermedad.  
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  •                 Las claves para controlar la artritis reumatoidea - Ciencia y Salud |  Diario La Prensa

     

     

    Artritis reumatoide tratamiento

     

      Un tratamiento adecuado puede aliviar los síntomas de la artritis y mejorar su pronóstico, consiguiendo el aumento de la calidad de vida de quienes la padecen. 

    Los tratamientos más utilizados son: 

    Medicamentos. Reducen la inflamación y el dolor. 

    Terapia. La fisioterapia y el ejercicio físico controlado aumenta la fortaleza ósea y muscular, de manera que facilita el movimiento y la flexibilidad. 

    Cirugía. Con el nombre de artroplastia, con esta intervención se reconstruye o se reemplaza una articulación dañada con el objetivo de eliminar el profundo dolor y restablecer el funcionamiento de dicha articulación.

 

A estos tratamientos hay que sumarle el que envuelve a todos ellos: atención constante. El avance de la enfermedad provoca que la persona afectada vaya perdiendo autonomía, por lo que es esencial que disponga de una persona en la que apoyarse para que su rutina diaria sea lo menos afectada posible. Es en este momento cuando la figura de una cuidadora profesional se convierte en su eficaz tratamiento físico y, muy importante, emocional.


           Fisioterapia como tratamiento para la artritis 

 

Artritis reumatoide ¿Cómo prevenirla?

 Al no existir una causa concreta y determinada para el desarrollo de la enfermedad tampoco podemos contar con un método de prevención eficaz y definitivo que erradique el riesgo de sufrirla. No obstante, se pueden poner en práctica algunos consejos relacionados con el modo de vida que favorezcan la reducción de las probabilidades de sufrir la enfermedad y fortalezca el organismo dotándolo de medios para luchar contra los síntomas y retrasando al máximo la aparición de los mismos.
La comida sana basada en el equilibrio y la riqueza nutricional se debe combinar con una actividad física frecuente y regular que fortalezca tanto los músculos como los huesos y mejore la circulación sanguínea.

Una vez aparecidos los primeros síntomas de la enfermedad, será imprescindible seguir con este ritmo de vida como tratamiento eficiente del dolor y como el mejor método de retrasar el avance de la artritis.

La visita regular al médico especialista para controlar el proceso y la actitud positiva que ayude a mantener esa vida activa tan necesaria serán factores determinantes que ayuden al anciano a hacer frente a su dolencia.

En todos los casos, los familiares o cuidadores que se encargan de la asistencia o cuidado de alguna persona de edad avanzada deberán tener una especial atención a los síntomas de la artritis para favorecer la reducción del dolor y ayudarlos a mejorar su calidad de vida.

           Cómo identificar la depresión en la tercera edad?