La Organización Mundial de la
Salud (OMS) establece que “la dependencia es la limitación
en la actividad para realizar algunas actividades claves y que
requiere una ayuda humana que no se necesitaría de forma
acostumbrada para un adulto sano” y que “es dependiente la
persona que no es completamente capaz de cuidar de sí misma,
de mantener una alta calidad de vida, de acuerdo con sus
preferencias, con el mayor grado de independencia, autonomía,
participación, satisfacción y dignidad posible”.
Existen diferentes grados y
calificaciones de dependencia,así como diversos ámbitos en los que
puede manifestarse : física,mental, psicológica, económica, social
y cultural.
FACTORES QUE PUEDEN
PROVOCAR DEPENDENCIA.
FÍSICOS.- La vejez viene asociada
con una pérdida progresiva de las capacidades físicas.
La pérdida de movilidad; el padecimiento de enfermedades
crónicas; la disminución de las capacidad sensoriales
(vista y oído) o los efectos producidos por el consumo de
fármacos están entre las causas más habituales
de dependencia.
PSICOLÓGICOS.- La salud mental es
otra de las causas habituales de dependencia, ya sea porque la
persona mayor sufra algún tipo de trastorno cognitivo que
afecta la memoria y su capacidad de realizar las actividades
cotidianas (como el Alzheimer) o porque padece depresión y eso
acelera la pérdida de capacidades funcionales.
CONTEXTUALES.- En ocasiones el
entorno físico y social en el que vive una persona puede llevarlos a la
dependencia. Por ejemplo, si vive en una situación de aislamiento,
abandonando poco a poco la relación con otras personas y dejando de
hacer las actividades que le gustan, o cuando los familiares hacen
las cosas por ellos porque consideran que ya no son capaces de
hacerlas de forma autónoma.
Es importante que los familiares y
otras personas que conviven y se relacionan habitualmente con la
persona mayor dependiente promuevan el mayor grado de autonomía
posible en cada momento de la vida. No se trata de negarle la ayuda,
sino de incentivar a la persona mayor a que haga todo lo que está
a su alcance porque eso es precisamente lo que evitará que el
grado de dependencia aumente.
RECOMENDACIONES PARA
FOMENTAR LA AUTONOMÍA
Las personas que tienen a su cuidado a
un mayor dependiente pueden ayudarle a mantener y ampliar su
autonomía. Algunas actitudes que pueden favorecer la autonomía
de las personas dependientes son las siguientes:
Potenciar la autoestima de la
persona mayor, recordándole todo lo que es capaz de hacer y
estimulándole a seguir realizando las tareas que realiza
habitualmente.Una vez que se ha comprobado qué es exactamente
lo que la persona mayor puede hacer por sí misma, es
importante dejar que continúe haciendo todo lo que pueda sin
ayuda.Es importante ayudarle sólo lo necesario. Por ejemplo,
a lo mejor no puede desabrocharse los botones de la camisa, pero sí
es capaz de quitársela.
Acondicionar el hogar de la
persona mayor para que pueda realizar de forma independiente y
segura la mayor cantidad posible de actividades. Es aconsejable
eliminar objetos que supongan algún riesgo y realizar los
cambios que puedan favorecer la autonomía, como poner
asideras para levantarse del retrete, suelos antideslizantes en el
baño, o añadir puntos de luz en la cocina o el
pasillo, étc.
El
enlace que aparece a continuación intenta orientar a los cuidadores
para que les sea más fácil fomentar las capacidades de
autonomía de sus familiares. Estas sugerencias no suelen tener
un efecto inmediato, pero su uso continuado, una vez que se
incorporan estas pautas a la rutina diaria, permite a los cuidadores
encontrar nuevas formas de ayudar a su familiar y a sí mismo.
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